domingo, 18 de septiembre de 2011

Sobre la política keynesiana del plan de empleo de Obama


Javier Deaza
El plan de empleo presentado por el presidente Obama al Congreso de los Estados Unidos, tiene los ingredientes de la fórmula keynesiana para estimular la economía en periodos de alto desempleo y desaceleración de la actividad económica. Keynes propuso que para salir de esta situación en el corto plazo el gobierno debía expandir su gasto público en infraestructura con el objetivo de generar empleo y de esta manera estimular el gasto de los hogares.
Los ejes principales del plan de empleo del gobierno de Obama son: invertir en puentes y carreteras que necesitan mantenimiento; la recontratación de profesores despedidos, nuevos policías y bomberos; prolongar las extensiones al seguro de desempleo. Adicionalmente el presidente quiere darle incentivos a las pequeñas empresas, por medio de la reducción de impuestos, para que estas contraten nuevos trabajadores.
La propuesta es bastante interesante teniendo en cuenta que la tasa de desempleo está por encima del 9% y que se necesita actuar con prontitud. Aunque es una solución temporal, tiene un fuerte argumento, y es la necesidad de impulsar la demanda agregada. Y la mejor forma es generando empleos temporales como el caso de la construcción. Pero la gran pregunta es cómo se financiará este mayor gasto público teniendo en cuenta la complicada situación fiscal que enfrenta el país.
El gobierno de Obama no la tiene fácil para lograr que le sea aprobado este plan, y más con la referencia del reciente debate sobre la crisis de deuda. Aunque el presidente de los Estados Unidos manifestó que cada dólar de estimulo debe ser compensado con un recorte del déficit, ya el partido republicano manifestó su oposición a esta iniciativa.
El éxito de este plan dependerá de lo creativo que sea el equipo económico para argumentar su financiación. De lo contrario la probabilidad que sea aprobado es bastante baja.