domingo, 18 de septiembre de 2011

Sobre la política keynesiana del plan de empleo de Obama


Javier Deaza
El plan de empleo presentado por el presidente Obama al Congreso de los Estados Unidos, tiene los ingredientes de la fórmula keynesiana para estimular la economía en periodos de alto desempleo y desaceleración de la actividad económica. Keynes propuso que para salir de esta situación en el corto plazo el gobierno debía expandir su gasto público en infraestructura con el objetivo de generar empleo y de esta manera estimular el gasto de los hogares.
Los ejes principales del plan de empleo del gobierno de Obama son: invertir en puentes y carreteras que necesitan mantenimiento; la recontratación de profesores despedidos, nuevos policías y bomberos; prolongar las extensiones al seguro de desempleo. Adicionalmente el presidente quiere darle incentivos a las pequeñas empresas, por medio de la reducción de impuestos, para que estas contraten nuevos trabajadores.
La propuesta es bastante interesante teniendo en cuenta que la tasa de desempleo está por encima del 9% y que se necesita actuar con prontitud. Aunque es una solución temporal, tiene un fuerte argumento, y es la necesidad de impulsar la demanda agregada. Y la mejor forma es generando empleos temporales como el caso de la construcción. Pero la gran pregunta es cómo se financiará este mayor gasto público teniendo en cuenta la complicada situación fiscal que enfrenta el país.
El gobierno de Obama no la tiene fácil para lograr que le sea aprobado este plan, y más con la referencia del reciente debate sobre la crisis de deuda. Aunque el presidente de los Estados Unidos manifestó que cada dólar de estimulo debe ser compensado con un recorte del déficit, ya el partido republicano manifestó su oposición a esta iniciativa.
El éxito de este plan dependerá de lo creativo que sea el equipo económico para argumentar su financiación. De lo contrario la probabilidad que sea aprobado es bastante baja.

martes, 30 de agosto de 2011

¿Qué pasará con la movilidad en Bogotá?

Javier Deaza


Las ventas de automóviles continúan creciendo a tasas importantes, el reporte de la Muestra Mensual de Comercio del DANE para el mes de junio, muestra un crecimiento anual de 21.84% y 27.02%en términos nominales y reales respectivamente. Estas cifras son un indicador del buen momento por el que pasa la economía, signo de la buena dinámica del sector automotor, el cual genera un importante número de empleos directos e indirectos.

Pero esta dinámica en las ventas de automóviles traen consigo un problema, este es el de la movilidad, especialmente en Bogotá, ciudad que está muy cerca al colapso. Y de seguir este ritmo el crecimiento en las ventas de automóviles, en el mediano plazo será imposible movilizarse. Todo esto implica la urgencia de medidas para afrontar este problema.

Diferentes alternativas han sido hechas en este sentido. Algunos analistas han propuesto restricciones a la oferta, un ejemplo de esto es el incremento en los aranceles. Pero esta en el corto plazo no se ve que sea viable debido por ejemplo el acuerdo de libre comercio con Europa que firmó el país recientemente, en el cual se establece cero aranceles a la entrada de vehículos provenientes del viejo continente. Además de la puesta en marcha de la zona franca de Colmotores y de la proyección de inversión extranjera en el sector, hacen pensar que la oferta continuará creciendo y que cada vez se encontrarán precios más atractivos para los carros nuevos.

Pero ante este panorama ¿Cuál sería la solución? Pienso que no es una solución única y debe trabajarse desde diferentes frentes. En mi poco conocimiento sobre temas de movilidad me atrevo a proponer una solución que incluye incentivos hacia el no uso del automóvil.

Si se logra estructurar un Sistema de Transporte Óptimo en Bogotá, que incluya un precio razonable; un parque automotor en buen estado; sin exceso de pasajeros en cada bus y con tiempos razonables de espera y recorrido al sitio de destino, así como la seguridad dentro de los buses, se generaría un incentivo hacia el no uso diario del automóvil.

Para ver porque se puede llegar a dar esto, se debe hacer un análisis costo beneficio. La existencia de ciertos costos hacen que el movilizarse a diario en vehículo pueda no ser muy eficiente, a continuación enumero los principales: i) El costo del combustible que no es para nada económico en Colombia; ii) el costo del parqueadero, iii) el tiempo que se pierde en los trancones (esto también implica un costo de oportunidad); iv) el tiempo dedicado a conseguir parqueadero (cuando se tiene que movilizar varias veces durante el día); entre otros.

Con un Sistema de Transporte Óptimo el incentivo de movilizarse en carro particular disminuiría, la razón es que el costo de uso del automóvil sería mayor que el costo de utilizar el transporte público, lo cual generaría un beneficio neto en dinero y tiempo, ante esta situación cualquier agente racional preferirá el transporte público.

Obviamente todas estas medidas pueden complementarse con modos de transporte alternativo, como por ejemplo la bicicleta. Como mencioné, la solución al problema de movilidad en Bogotá no se puede basar en una única solución, debe ser la suma de diferentes alternativas que llevarán a la ciudad a un lugar mucho mejor.

lunes, 1 de agosto de 2011

Lo que Estados Unidos debe aprender de Apple

Javier Deaza


La reciente incertidumbre surgida por la posibilidad del cese de pagos de la deuda de Estados Unidos, generó incertidumbre en los mercados mundiales, además de varias lecciones para las economías emergentes que actualmente son las que están impulsando el crecimiento económico mundial. Pero en medio de todo esto, surgió un dato bastante curioso. La compañía Apple, en la actual coyuntura, tiene más liquidez que el Gobierno de Obama, esto no quiere decir que esta empresa genere mayores ingresos que el Gobierno, sino sencillamente en esta difícil situación tiene mayor dinero para gastar.

Pero cuál es el gran secreto de Apple. No es una fórmula secreta diseñada por el brillante Steve Jobs, es algo tan trivial que deberíamos hacer todos los agentes económicos (hogares, firmas y gobierno) en épocas de “vacas gordas”. La receta es muy sencilla, debemos ahorrar en estos periodos de abundancia para que en épocas de “vacas” flacas tengamos un colchón financiero que nos permita sobrellevar cualquier situación adversa que atente contra el normal ritmo de consumo.

Y este buen manejo financiero no solamente lo debe tomar de ejemplo el gobierno norteamericano. El gobierno colombiano debe hacer lo mismo aprovechando el buen momento por el cual está pasando, y en este sentido la regla fiscal podría ayudar bastante. Solamente esperemos que esta iniciativa no siga el mismo curso político de otras que nos daban esperanzas y que finalmente pasaron con más penas que glorias.

miércoles, 27 de julio de 2011

Sobre los comentarios del Fondo Monetario Internacional en cuanto al Salario Mínimo en Colombia

Javier Deaza


Recientemente el Fondo Monetario Internacional, realizó una propuesta sobre el incremento del salario mínimo en Colombia que ha levantado ampollas en las centrales obreras. En términos generales el FMI propone no establecer un incremento anual por encima de la meta de inflación fijada por el Banco de la República.

Esta propuesta que ya ha sido debatida por académicos y técnicos del Banco de la República tiene fuertes argumentos teóricos y empíricos que demuestran su conveniencia. El principal argumento que soporta esta propuesta es que mayores salarios implican costos laborales más elevados para las empresas, estos se trasladan al precio del bien final, mayor precio genera menor demanda del producto, menor demanda del producto trae menores ventas para las empresas y por lo tanto menos producción, lo que tiene como consecuencia final un recorte de personal por parte de las empresas.

Por esta razón el argumento de las centrales que mayores salarios traen mayor consumo y de esta manera un impacto positivo en la economía, no es del todo verdadero. Esto sería cierto si los beneficios en cuanto a salarios que obtienen los trabajadores que conservan su trabajo es mayor que el costo de pérdida en ingresos de los trabajadores que son despedidos, lo cual claramente no pasa en el país.

El principal problema con las decisiones de salario mínimo es que no tienen en cuenta a los desempleados. Es acá donde toma fuerza la propuesta realizada por Arango, Herrera y Posada (2006), en el sentido que en la negociación del salario mínimo debería haber también representantes de los desempleados, quienes finalmente se ven afectados con incrementos estas decisiones laborales.

Si realmente el Gobierno quiere avanzar en una disminución en el desempleo acompañada de empleo de calidad, debe escuchar las propuestas del FMI y pensar en un cambio estructural en la fijación de este. Por qué no tomar en cuenta la propuesta de exdirector de Planeación Nacional Esteban Piedrahita de fijar un salario mínimo regional. En un estudio que realicé en el 2008, encontré que sí existen diferencias a través de ciudades del efecto de incrementos del salario mínimo sobre el empleo. Y es que no tiene sentido que el salario mínimo nominal sea el mismo en todo el país sabiendo que el costo de vida es diferente así como la productividad marginal de los trabajadores.

miércoles, 8 de junio de 2011

¿Cómo están las expectativas de los agentes?

Javier Deaza


Los resultados de la encuesta de expectativas realizada por el Banco de la República en abril de 2011, muestran un positivo panorama para los agentes sobre la economía colombiana. Un 88.9% de los encuestados afirma que al finalizar el año, la inflación se ubicará en el rango, 2% - 4%, pero esta tendencia es creciente al analizar el horizonte para junio, septiembre y diciembre.

Esta tendencia alcista en la inflación de las expectativas de los agentes, se debe en buena medida a que estos incluyen el efecto sobre el precio de los alimentos que va a tener la ola invernal. Pero la buena noticia es que es evidente la credibilidad que tiene el Banco de la República en su rango de inflación objetivo.

Con respecto a la tasa de interés nominal, las expectativas sobre la DTF también son crecientes. Las razones son: i) Por un lado implícitamente tienen involucradas las mayores expectativas de la inflación y ii) la transmisión que sobre las tasas de mercado tengan los incrementos de la tasa de referencia del Banco de la República.

Otro indicador de la confianza que tienen los agentes en la economía colombiana, es la revisión al alza de las expectativas del crecimiento para el 2011, los agentes afirman que esta va a ser del 4.33%.

Pero como todo no puede ser perfecto, de serlo así algo raro estaría pasando o por pasar, en el tema de empleo los agentes manifiestan que este permanecerá estable. La razón puede ser que no se espera en el corto plazo un efecto de la Ley del primer empleo y de formalización.

Estas expectativas positivas de los agentes, sumadas al grado de inversión otorgado al país, deben ser aprovechados por empresarios y Gobierno para consolidar la economía colombiana como la más estable de la región.

martes, 3 de mayo de 2011

Análisis del incremento de la tasa de interés del Banco de la República

Javier Deaza
Director Observatorio Económico, Financiero y Empresarial
Escuela de Economía
Universidad Sergio Arboleda

El Banco de la República, el pasado viernes 29 de abril, aumentó en 25 puntos básicos su tasa de interés de intervención, esto implica que la tasa  base para subastas de expansión será de 3.75%. Se puede pensar que esta no es la mejor decisión en momentos que el país ha sido fuertemente golpeado por la ola invernal, y que el efecto sobre los precios de este fenómeno natural es por el lado de la oferta y no por el de la demanda, donde tiene mayor eficacia las decisiones de política monetaria. Pero existen argumentos que soportan la decisión tomada por el emisor, a continuación hablaré de los más relevantes.

Por un lado la inflación sigue estable y las expectativas de los agentes se encuentran dentro del rango meta de inflación. La decisión del Banco precisamente busca mantener ancladas las expectativas de los agentes para no caer en un espiral inflacionario que traería graves consecuencias a la economía nacional.

A pesar de los incrementos de la tasa de interés en lo corrido del 2011, una tasa de 3.75% sigue siendo considerada como expansiva. Esto le da margen de maniobra al Banco para retirar paulatinamente el estimulo monetario.

El buen comportamiento de la economía colombiana en el 2010 y en lo que va del 2011, así como el fuerte dinamismo de la economía mundial, hacen prever un crecimiento superior al del año anterior en el país. Todo esto ha generado presiones sobre el precio de los bienes básicos, lo que demuestra que sí se tienen presiones por el lado de la demanda en la inflación.

A pesar de ser una medida de política económica poco popular, es consistente con la estabilidad de los precios y el crecimiento sostenible de la economía colombiana.

jueves, 24 de febrero de 2011

¿Qué pasará con las tasas de interés?


Javier Deaza

Los datos de inflación de los meses de diciembre y de enero han volcado la atención de las autoridades económicas, hacia este indicador. La razón es que por choques (especialmente de oferta), la inflación se ubicó por encima del valor esperado por El Banco de la República y analistas económicos. Estos choques están relacionados con el efecto de la ola invernal que sacudió a Colombia a finales del 2010, el paro de camioneros y el incremento en el precio de los insumos de los bienes agrícolas, sobre el precio de alimentos. 
El próximo viernes se reúne la junta directiva del Banco de la República, las opiniones están divididas entre los analistas sobre el momento en que la autoridad monetaria decida hacer el primer incremento en la tasa de interés de intervención como respuesta a la presión inflacionaria. Las expectativas apuntan a que efectivamente se tendrá un incremento en el primer trimestre del año, con el fin de mantener la inflación dentro del rango de largo plazo. La mayoría de los analistas coinciden en que esto se dará después del primer trimestre del año, un pequeño da por descontado que en esta reunión se dará el primer incremento del año de 25 puntos básicos. Por otro lado, Salomón Kalmanovitz piensan que no sería lo más adecuado dado que estos mayores precios son por choques de oferta y que su efecto será temporal.
Debido a esta situación, en estos momentos se habla de la disyuntiva entre inflación y crecimiento económico a la que se enfrenta el Banco de la República. Varios analistas coinciden en que el Banco Central le debe dar mayor peso al crecimiento económico. El argumento es que la demanda aun es débil y un incremento en la tasa  de interés afectaría la recuperación de la economía. Pero debe tenerse en cuenta dos cosas: i) en la actualidad tenemos tasas de interés reales negativas y ii) el impacto de incrementos en la tasa de interés sobre la demanda agregada tiene un rezago de 4 a 6 trimestres; es decir sí se tiene campo de maniobra para que el Banco aumente las tasas de interés sin afectar el crecimiento económico.
Por otro lado, el no incrementar las tasas de interés puede enviarle señales erróneas al mercado  sobre la menor importancia que le estaría dando el Banco a la inflación. Esto generaría un incremento en las expectativas de inflación de los agentes, lo que dificultaría aún más el cumplimiento de la meta para este año.